lunes, 28 de mayo de 2012

El comedero de maquetos.


eltumbaollas dijo:
Buenos días
en la soleada Vizcaya da gusto estar a pesar del paisanaje entre los que me incluyo. Llamar a las cosas por su nombre es algo que ayuda a la comprensión del lenguaje.
Si no recuerdo mal (oxímoron) el IBI era llamado: “la contribución”. De natural ignorante y después supino ignorante gusto de creer, ciscándome en el derecho y en la etimología, que la exención al tal impuesto se debía a que la cosa contribuía de alguna otra manera. Los sindicatos, es de dominio público, contribuyen a la mejoría de la sociedad mejorándose a sí mismos, los partidos políticos aun más, las ONGeses ni les cuento. Algunos edificios clasificados como históricos o así también están exentos y entiendo que es porque están obligados a mantener las condiciones óptimas del edificio y cosas así. Bueno, entiendo que contribuyen a la belleza de la ciudad y no me voy a rebotar por ello.
Los Franciscanos, esos fascistas, tienen un comedor social en el barrio bilbaino de Irala. Les llamo fascistas porque no te dan deconstrucciones ni espumas; te dan alubias, chuleta de cerdo y una naranja, ah y te llevas un bocata y una manzana o yogur por si llegas vivo a la cena.
Si admito que los franciscanos paguen la contribución del comedero de maquetos, moros y negros me pregunto por qué los nobles edificios de la Gran Vía y aledaños no van a hacerlo.


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