domingo, 6 de octubre de 2013

Crónicas vitorianas.

jachuspa dice:
Hay cosas que suceden sólo una vez en la vida: que te abandone tu mujer un fin de semana largo para irse con su tía, siete horas de conversación con Parmenio and wife y con Thompson and Thomson (a quien vestimos con chaqueta, camisa, corbata y gorra), ver hacer una foto a Albatross – a quien no veo ningún futuro en el cine porno- y luego, otras tantas horas de canapeses, croquetas, tigres y – ¡por Dios, que no falten nunca!- las anchoas de Karlwind, que me retrotrajeron a mi infancia cuando, todos los primeros viernes de mes –tras comulgar-, las comía en un bocata como el que me hice ayer sin ningún pudor.
Obligado por el mando a distancia (mi mujer y mi hija) tenía obligación de fichar periódicamente, cuestión que pude eludir gracias al Capitán que controla hábilmente el espectro radioeléctrico y, para evitar distracciones, impide las comunicaciones telefónicas y las vis a vis.
Yo no tengo la memoria del Patrón, Tumbaollas y Viejecita, a quien ya dije que debería cambiar el nick porque no le hace justicia, pero aunque charlé con todo el mundo a veces me equivocaba, por ello he propuesto a la Superioridad que para la próxima cita multitudinaria llevemos unas pegatinas adhesivas donde poder escribir el nombre de cada cual para poder, al estilo mormón, ir de dos en dos: el elder y el neófito.
Antes de terminar un beso muy fuerte para Carmen y Max. Muchas gracias, nuevamente al Patrón, Capitán y señora, y a todos ustedes. D Fernando, deseo que está pesadilla acabe pronto y, como le dije hace tiempo, el que se ríe el último se descojona.

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