domingo, 6 de octubre de 2013

Crónica vitoriana.

Andoni dice:
El lado luminoso de la fuerza me dice que yo no voy. Me pregunta que si le voy a obedecer. Yo le contesto que sí… que sí, por los cojones. El lado oscuro de la fuerza no se pierde ese evento ni aunque lo enciendan. Me asegura que la reunión será seria y para gente honrada y formal; además, irá acompañado de la mujer más guapa del mundo: La señora Neotenmeyer, y que mi presencia puede ser bastante desagradable. Les diré una cosa que él no sabe: ella se casó con nosotros porque se enamoró de mí; él, como los sobacos, venía incluido en el cuerpo.
Me cuelo, sin que se dé cuenta, en una de las cajetillas de puritos “AMIGOS” que él consume. Yo no fumo, pero me va a matar con tanto tabaco.
Recogemos a D. Uno en la Plaza del Sagrado Corazón de Bilbao. En el centro de la misma podemos observar una gran pilastra, con Jesucristo en todo lo alto. Antes lucía una inscripción bajo sus pies: Reinaré en España. Tras su restauración fue eliminada. Fue un acierto: ¡se imaginan el escándalo que se produciría el la Iglesia si Jesucristo hubiera tenido semejante yerno!
D.Unose traslada hasta allí en tranvía. Los de Bilbao, cuando nos ponemos humildes, nos ponemos. Me extraña una cosa: cómo alguien con el corazón tan blanco acude a un acontecimiento tan importante con una camisa negra. Puede que esté de luto por la marcha de Mourinho.
El tugurio elegido se encuentra en pleno Casco Viejo de Patatalandia, en la calleHerreríaEl Patrón sabe lo que se hace para conservar su sección en “Herrería en la Onda”.
El Capitán Alatriste llega a la par que nosotros. Un buen vino tinto es servido inmediatamente. Dada mi invisibilidad le pego de vez en cuando unos besos callados a la copa del “luminoso”.
Y comienza a llegar la marinería.
Thonsom & Thonsom, hombre de frente despejada hasta la nuca, viene en mangas de camisa; parece de Bilbao.
Parmenio, elegantísimo con su pañuelo bien doblado en el bolsillo derecho y sus gafas de sol, a modo de cinta para el pelo, intenta parecerlo, pero una camiseta blanca de cuello alto delata su maketez. Su bella esposa, siempre pendiente de él, por si acaso, le acompaña.
Hay un momento de cierta preocupación por la salud mental de Jachuspa cuando este hace acto de presencia. Debe de haber tenido alguna perdida súbita de percepción espacio-temporal. No puede ser que no se de cuenta de que nos encontramos a finales de Junio, en plena ciudad de Vitoria y no en Siberia. Viene ataviado con camisa, jersey y chamarra… gorda. Alguien propone trasladarlo aUrgencias del Hospital más cercano, pero, recordando el motivo del encuentro, se opta por dejarlo a su bola. Nadie quiere ser responsable de la destitución de otro gerente de Hospital.
-Aquí en la puerta hay un tipo con una muleta. -Avisa alguien. Todos miran alnieto del picador, pensando que ha invitado a algún miembro de la cuadrilla de su abuelo. Es Andalindes, aunque, por su visible cojera, debe de estar en excedencia en su andar lindero.
El silencio se hace de repente en el local. Todas las miradas se dirigen a la entrada. Una sombra, con las piernas arqueadas, se marca en el suelo.Rostro Pálido hace su aparición. Se dirige pausadamente, observando a los silenciosos remeros, hacia la barra. Pide un wiski. Le sirven un tinto. Busca con su gélida mirada a una asturiana para resolver un pequeño incidente surgido por quítame allá esa playa de San Lorenzo.
La llegada de Catalina, acompañada de Catalino, rompe la tensión. Como no puede evitar la fuerza de la costumbre se dirige inmediatamente a una improvisadacantina que se ha montado en la barra. ¡Hay hasta Tanqueray ¡
Desde Málaga llegan dos nuevos elementos con sus encantadoras respectivasD. Quicio, gran hombre en envase pequeño como el buen perfume yConciudadanomedio, que es tres medios ciudadanos puestos uno encima del otro.
Por fin, juntos, hacen acto de presencia los gemelos de La Argos: Tumbaollas y Karlwind. Es cierto: son idénticos. Es casi imposible distinguir quien es uno y quien es otro. Lo que llevan en sus manos disipa las dudas: uno lleva un grantaperware; el otro un reloj de cuco que, en vez de dar las horas con el típico “cucú”, cuenta chistes.
Una estupenda mujer aparece en la puerta intentando introducir por esta un armario empotrao. Se debe de haber equivocado, ya que la tienda de muebles está situada dos calles más abajo. El armario saluda con un alegre: hola. Descubrimos que se trata de Nompossumus.
Una orquesta festiva suena en la calle. A unos metros del local se ve acercarse a un peregrino del Camino de Santiago. Hay algo extraño en él. En vez de cayado lleva un remo; de él no cuelga la típica concha, sino una cámara fotográfica. -¿Es aquí donde Santiago?-pregunta. Al ver gestos afirmativos exclama: Pues ya he llegado.
Es Albatros. Nos anuncia que trae algo típico de su tierra:gazpacho casero A mí me entran dos dudas. Una: ¿El gazpacho es típico de Ávila? Dos: ¿Cómo demonios ha hecho para traer gazpacho casero hasta aquí sin derramarlo? La primera duda aún la mantengo; la segunda quedó resuelta al comprobar que venía envasado en cajas de “brick”, pero… ¿cómo había conseguido introducirlo en las cajas? Al comprobar la marca, Santa Teresa, ví el milagro: la Santa le había echado una mano. Bueno, más bien, un brazo incorrupto.
Esto parece el camarote de Los Hermanos Marx y sigue llegando gente. D. Loco(menuda pieza, también) y señora preceden a D. Rubín y Dª Rubina. Estos aportan unos mejillones tigres rellenos impresionantes, pero los transportan en nevera de camping. Gente precavida… y de Bilbao.
La asturiana Carmen Quirós entra de incognito. Su pelo, muy cortito y rubio platino, será lo más comentado en los corrillos femeninos… pero sin ánimo de criticar, que conste. Su marido Jorge, intentó más tarde captar alguna de dichas conversaciones, pero los hombres no podemos realizar dos cosas a la vez. Escuchar y beber es imposible para nosotros.
D. Belosticalle y Dª Belosticalla (aunque no se sabe a ciencia cierta cual de los dos Belostis es el que calla cuando están juntos) aparecen con sendas maletas. –Es por si acaso se alarga la cosa -aclara el último hombre sabio del País Vasco.
La capitana, como aparecida de la nada, ordena y manda con pulcritud y elegancia la colocación de las viandas que se van a degustar.
Se oye una voz en la calle: A su derecha pueden observar la parte derecha de la calle Herrería. A su izquierda, en clara yuxtaposición de estilos, la parte izquierda de la calle Herrería; según se mire, claro. La que así clama, con su maravillosa voz, no es otra que la ”noctámbula” Franny Glass. Una de las guiris a la que va dirigida la explicación es una joven, alta y estilizada, tocada con maravilloso sombrero y luce un llamativo bolso de piel de cerdo verde. El día que vea un bolso de piel de perro verde podré morir tranquilo. La guiri resulta ser nuestra “mal llamada” Viejecita.
Junto a ella un apuesto caballero de tez oscura y pelo negro mira asombrado: D. Cándido. Más tarde, en un aparte, nos revelará el secreto de su prodigiosa voz. Con diecisiete años realizó el viaje de fin de estudios a Londres. Los hoteles londinenses no brillan por su limpieza… ni por el cambio de sábanas de un huésped a otro. Total, que pilló ladillas. A edad tan temprana, e inocente él, utilizó como remedio el total afeitado púbico, y baños intensivos de Zotal, puro y sin diluir.
Un joven y guapo mozo aparece cargado con una caja de dulces cerezas. En la puerta, como una diva; cigarrillo rubio en boquilla de nácar y con esa sonrisa que enamora: Dª Maralhino. El apuesto joven deja la caja de cerezas sobre la barra y se dispone a abandonar el local. Al cruzarse, las manos de ambos se tocan un instante. Me surge una nueva duda: ¿Es una muestra de cariño o ella le ha dado una propina? Fue una caricia, ya que después descubrí que aquel mozuelo era El tío Felipe.
D. Patrón, acompañado de su abnegada y guapísima esposa, se presenta de sopetón y sin Ipad en la mano. Algunos respiran aliviados. Es cierto, la televisión engorda; la radio adelgaza.
Y el homenajeado llega. D. Navarth, el hombre que no cambia, se ponga del perfil que se ponga, y la cálida y sonriente Brunilda son recibidos con un espontáneo aplauso. Creo que se nos caían las lágrimas a todos.
El resto ya lo saben.
D. Navarth, el Friki con su discurso… al que todavía le estoy dando vueltas…
La foto de familia numerosa al lado de los contenedores de basura…
La búsqueda del gracioso que le ofreció al Patrón una taza de café con el asa untada en Loctite
Y el regreso a casa para volver a la vida norm… a la vida, junto con el lado luminoso de la fuerza.
Hay una cosa que sí tengo que agradecerle. Aunque yo no fumo, tengo la suerte de poder compartir sus “AMIGOS”.
Andoni: el lado oscuro de la fuerza.

1 comentario:

  1. Don Andoni /Neo
    Movistar me ha tenido desde el viernes castigada sin ADSL, entro en un descanso (que tenía que ser cortito ) , y me encuentro con que ha seguido añadiendo entradas a su blog , Que llevaba muchísimo parado.
    ¡ Que estupendo !
    Muchas Gracias
    Y ahora me voy a la Argos a ver si en estos días ha puesto usted alguna cosa nueva sobre su cadera.

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