domingo, 9 de diciembre de 2012

La independencia.


Mi abuelo también fue picador.

En los últimos años de su vida nos contó a los nietos el día que mi padre le pidió la independencia.
-Papá –dijo mi padre- Quiero la independencia.
Mi abuelo dejó su ”pica” (siempre desayunaba con ella), levantó la vista del humeante tazón de leche sin azúcar -ya que estaba a dieta- que acostumbraba a acompañar con huevos fritos de a peseta la docena, tocino y chorizo fritos de a cinco la ristra, media hogaza de pan de a kilo, medio porrón de vino de a litro y tres cucharadas colmadas de miel de a beja con que solía matar el gusanillo a primera hora del día hasta la llegada del almuerzo a medio mañana. -¿Para qué?-
-Pues, para que no me robes.
-¿Que no te robe? ¿Qué es lo que yo te robo? – preguntó el picador a su hijo mayor volviendo a concentrarse en su “escaso” desayuno.
-¡Mi libertad¡ ¡Me robas mi libertad… y mi identidad… y mis impuestos! Yo no soy como tú. Yo no quiero ser picador.
Mi abuelo era un buen hombre, aunque un poco canalla, y sin mirar a la cara a su primogénito, mascullaba para sí como si estuviera rezando un rosario:
-Libertad… Ruega por nosotros. Identidad… Ruega por nosotros. Impuestos… Rogad por nosotros.
- ¿Bueno qué, no me vas contestar?- Mi padre cada vez estaba más cabreado.
Mi abuelo volvió a levantar la vista, miro a los ojos a su independentista hijo, le sonrió, le pidió que se acercara y le dijo: Vete, y haz lo que tengas que hacer.
Una fotografía muestra este momento. Mi abuelo sentado a la mesa tiene puesta la mano derecha sobre el hombro de mi padre. Su mano izquierda aprieta las partes de mi padre que serían imprescindible para que yo viniera a este mundo a contar las historias de mi abuelo “El Picador”.
Detrás, con la difícil caligrafía de mi abuelo:
-¡Tenía seis años, el “cabrón”!
-Se fue ha hacer lo que tenía que hacer: sus “impuestos”. Bueno más bien, mis impuestos.
Al ser su primer nieto me dejó la foto como recuerdo.
Guardo esa fotografía con mucho cariño, y siempre que escucho a Víctor Manuel me acuerdo de ella.

Sí, mi abuelo también fue picador.


(21/11/2012)

No hay comentarios:

Publicar un comentario