domingo, 15 de diciembre de 2013

“Impresión: sol naciente”

eltumbaollas dijo:
“Impresión: sol naciente” es un bello óleo sobre lienzo de Monet. El título dio nombre al movimiento plástico conocido como Impresionismo. A brocha gorda (qué mal traído) se trata de captar la luz, el instante, la impresión y quizá el asombro; por ello en El Impresionismo abundan las escenas de amaneceres y atardeceres, jardines y lunas en las aguas. Borges describía los instantes en la vida de las personas y decía: “yo digo asombro dónde otros dicen solamente costumbre”. Yo me asombro en este blog cuando leo a tantos brillantes remeros. Como leer: gazpacho de ortigas ya probado y en espera de probar croquetas de ortigas que nos regaló don Belosticalle, mi amigo a pesar de no tener nada en común.
Sucedió una bonita mañana hace unos días. Sentado en un banco de una tranquila calle del bilbaíno barrio de Deusto observaba los pájaros cuando reparé en lo que me pareció un cuadro colgado de la rama de un árbol; al instante lo tenía en mis manos. Se trataba de lo que parecía un óleo sobre tabla de una bonita estampa de unos niños bajo una parra. Con el marco un poco destartalado, en su parte trasera tenía pegada una media cuartilla ajada y amarilleada por el paso del tiempo. En ella se reseñaba al autor, título, fechas y más datos. El hecho de que tuviera la nota me hizo pensar que sería una reproducción y mi primera emoción de que fuera un gran hallazgo se disipó. Casualmente había quedado ese día para comer con mi amigo Javi Díez (hijo de Paco Ducale) que entre otros saberes cuenta con el de ser un gran amante del arte pictórico y por ende un gran conocedor. Se maravilló del cuadro pero sobretodo de la forma en la que me hice con él. Comimos en una taberna oscura (pagó él) y se lo llevó a su casa para estudiarlo con detenimiento y buena luz. Pronto sonó el teléfono y me informó de que no era una reproducción; se trata de una técnica que consiste en aplicar a una lámina unas leves pinceladas de una especie de cola transparente que al dar relieve asemeja una buena reproducción. Me dijo que era un buen trabajo y que el que lo hizo lo sabía hacer bien.
Es la obra titulada “Grape Arbor en Neuskastel” del pintor alemán Max Slevogt (1868-1932) y que ahora, una vez reparado y lucido el marco, cuelga en una pared de mi casa y cada día saludo a los niños y a su institutriz con un educado guten morgen.

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