Acabo de pedir a mi parienta la independencia.
Me quita mi libertad (¿Qué horas son éstas de venir?).
Me quita mi identidad ( Resulta que mi mujer ni tan siquiera es de mi familia).
No habla mi idioma (no hay forma de entablar una conversación con ella – no sabe absolutamente nada de fútbol-).
Y encima “ens roba” (juraría que yo tenía aquí en la cartera diez euros pal Ducados).
¿Qué hago?
Ya sé, voy a meterle una querella y que recurra. (¡No hay ovarios!)
Me quita mi libertad (¿Qué horas son éstas de venir?).
Me quita mi identidad ( Resulta que mi mujer ni tan siquiera es de mi familia).
No habla mi idioma (no hay forma de entablar una conversación con ella – no sabe absolutamente nada de fútbol-).
Y encima “ens roba” (juraría que yo tenía aquí en la cartera diez euros pal Ducados).
¿Qué hago?
Ya sé, voy a meterle una querella y que recurra. (¡No hay ovarios!)
Y además me ha amenazado con mandarme a un primo suyo.
Esto del primo me lo tengo que pensar, ya que creo que es senófobo.
Esto del primo me lo tengo que pensar, ya que creo que es senófobo.
Sí, lo he puesto bien, es senófobo: alérgico a las tetas. O sea, que el primo es gay.