domingo, 13 de enero de 2013

Santiago González en el Confesonario.


Neo... dijo:
-Ave María Purísima.
-Sin pecado concebida.
-Padre, vengo a pedir perdón.
- Coño, si vienes a tomar un café es dos manzanas mas abajo…. Dime hijo tus pecados.
- No me llame hijo, Padre, que tengo 62 años.
- Todos somos hijos de Dios, aunque algunos a quienes no quiero señalar, no quieran reconocer su filiación.
-De Dios puede que podamos llegar a un acuerdo. Si me permite saco el Ipad y consulto en la hemeroteca justiciera…
- De qué te acusas, pues; ya que veo que eres de Bilbao… aunque con acento de Burgos.
-Es que he presentado un libro, aquí en Madrid.
- Hijo -te lo digo por si acaso-, presentar un libro no es pecado.
- Es que era de Alvite.
-¡Ostras! Esto va a ser complicado ¿Has probado con un exorcista?
- ¿Tan grave es?
-Hay pecados que solo pueden ser perdonados con gran penitencia.
-Y… ¿cuanta me va a poner Padre?
- Mira, te vas a recorrer todas las Iglesias de Madrid, asistir a todas las misas y comulgar, con las dos especies: pan y vino.
-¿Todas?
- Es que es un pecado muy gordo.
-Ego te absolvo a peccatis tuis in nomine Patris et Filii et Spiritus Sancti.
Y aquí estamos esperando. Parece ser que recorrió todos los templos, pero que como no le gustaba el pan solo recurrió al vino. En la catedral de La Almudena ya se le oyó decir: ¡Ésta ronda la pago yo!

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