miércoles, 6 de junio de 2012

La cuesta de Lizardi.


jachuspa dijo:
La cuesta de Lizardi entró en las guías turísticas de España durante la Guerra Civil del 36. Los pilotos de la Legión Cóndor la conocieron de cerca, camino del cuartel de Loyola donde muchos se alojaban. Alguno de ellos, miembro supernumerario de las SS, la fotografió y envió el negativo a la Reichsicherheitshaupamt donde tomaron buena nota: sirvió para construir la escalera de la cantera de Mauthausen. Hasta finales de los años 60 careció de iluminación; allí desarrolló una buena labor la Obra Social de la Caja de Ahorros (disculpen si no me acuerdo si fue la Provincial o la Municipal). Con el objeto de favorecer el empleo –o el pluriempleo- desarrolló un programa de acción social consistente en la formación de acomodadores de cine y teatro. No exigían titulación ni experiencia previa, tan sólo un certificado del frenopático de estar al corriente con la medicación (había necesariamente que estar majara para subir y bajar aquella cuesta un número indeterminado de veces por noche, que hay quien dice, posiblemente sea una leyenda urbana, que Camus escribió “el mito de Sísifo” durante una visita nocturna a aquel cotolengo) y no ser manco. Esto último era fundamental a la hora de las propinas, pues acomodadores hubo, antes de exigirse esta norma, que se colocaban la linterna entre los dientes y hacían sombras chinescas con las monedas que les daban los acomodados. Cualquiera que sea de San Sebastián lo sabe: ya no quedan acomodadores como los de la escuela de Inchaurrondo.
Junto con la falta de iluminación aquella cuesta tenía otra virtud: estaba sin asfaltar. ¡Cuántas veces he jugado a esconderme tras un piedra en medio de la cuesta! Era más difícil que te vieran que si lo hicieras tras una de las vacas que pastaban en la campa de al lado. Fue asfaltada gracias a una partida desajustada del Plan Marshall para Alemania, que controlaba un antiguo miembro de la Legión Cóndor que la padeció, a finales de los años 60; ahora parece el Corte Inglés a cielo abierto con su escalera mecánica.


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