viernes, 14 de junio de 2013

Mr. Potato.

jachuspa dijo:
El origen del Universo lleva años en el candelero –candelabro para la intelectualidad rosa- pero responder a la pregunta de cuándo se empezó a joder el mundo es, quizás, mucho más difícil. Tal vez, repito, tal vez, esto sucedió tras el primer fist-fucking planetario lo que dio origen, entre otras aberraciones, a los agujeros negros y en su defecto a la Vía Láctea. Fue algo muy doloroso, tanto como una luxación de Corinna.
Tras este breve flash back, quizás ahora ya no tenga mucha importancia que el fin del mundo no tuviera lugar el pasado 21 de diciembre; no ocurrió y ya está, pero no fue por un error de predicción de los mayas, no falló la previsión sino el calendario laboral del comercio chino en España que no contemplaba esa fecha como festivo. Con los agujeros negros llegaron, además, el dimorfismo sexual, la comida basura, las suegras y, después del lío, unas ansias infinitas de paz.
Allí, donde unos creían estar en presencia de un gran hombre, yo tan sólo veía a un cuáquero desnortado que gustaba despertar al nuevo día con el ruido del sol; que tenía el discurso de un adolescente, que hablaba raro, que en vez de echarse pajas como cualquier mortal, hablaba de calentar la cena a los monaguillos, de menear la anaconda, marear el nardo, hacer llorar al calvo, desplumar a tweety. Pasará posiblemente a la historia por ser el único caso conocido de ceguera por onanismo. Un hombre al que, en definitiva, siempre sentaron mal los estofados de loro presumido.
Mientras las fronteras de la realidad estuvieron tranquilas, él estuvo entretenido imitando a sus mayores plantando bonsáis de lentejas y otras plantas forrajeras. Pasado el momento fisiócrata, pidió una audición para entrar como becario en la orquesta europea tocando el ukelele. Las únicas notas que salieron de su instrumento fueron las del Porompompero. Se llevó la beca: enhorabuena, Mr. Potato.

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