miércoles, 5 de junio de 2013

San Esteve.

Neo... dijo:
Hoy es fiesta en Cataluña.
¿San Esteban? Nooooo…., San Esteve.
San Esteve era catalán.
Nacido como Esteban Palau De Antiu-Xixona (Palau por parte de padre: famoso chorizo catalán, aunque sin llegar a obtener la fama del riojano chorizo “Palacios”; y Antiu Xixona por parte de madre: turronera en las Ramblas durante dos décadas) fue el quinto de seis hermanos. Quiso la Providencia Divina demostrar que hay excepciones en toda regla – por muy divina que sea- y que no todos los últimos serán los primeros, sino que hay últimos que merecen estar allí por designio divino y por ser tontos del culo.
Y así Esteve (nacido Esteban) no ocupó el sexto lugar para no tener que ser nombrado como el “Benjamín” de la familia, aunque tampoco obtuvo cargo alguno como “Segura Viudas”; ya que diez veces contrajo matrimonio, más otras diez fue él el que no cató el hoyo ; bueno, por no catar no cató nada de nada, ya que todas sus medias naranjas (no valencianas, por cierto, sino de Esplugas mismamente) no fueron consumadas en el tálamo nupcial; ya que al tratarse de persona más bien mirada por los ahorros, más que sumadas fueron restadas – sobre todo de la dote aportada.
Se encontraba Esteve (nacido Esteban) decaviudo, virgen a la temprana edad de cuarenta y siete años, tres meses y dos días y medio cuando recibió la llamada de los hábitos; y así tomó el habito de proclamar por las calles de Barcelona aquello tan famoso de: “Este banco suizo está ocupado por un padre y por un hijo, el padre se llama Jordi y el hijo ya te lo he dicho”.
Llamado al orden por la Generalitat fue conducido al Parlament acusado de “Masflemia”. Y él, con el valor otorgado por el Espiritu Tanto (%) no solo no negó las falsas acusaciones sino que admitió haber hablado castellano en el pati del colegio.
Fue sacado fuera y lapidado por una muchedumbre enfebrecida al grito de: “Charnego”. Entre ellos se encontraba un joven llamado “Saulo” de Duran y Lérida, que luego tuvo un encontronazo camino del País Vasco, pero esa es otra historia.

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