miércoles, 18 de julio de 2012

Jaguay


Mi abuelo también fue picador.

En los últimos años de su vida nos contó a los nietos que él no tenía muchos estudios, ya que nunca fue a la escuela.

Aprendió a leer y a escribir entre toro y toro, utilizando como pizarra el albero de los burladeros. Su maestro fue el “Rafaliyo”, un monosabio con el cual mantuvo muchas disputas, pero que quedaron saldadas de “ golpe y porrazo” con el lanzamiento de una moneda al aire.

La primera palabra que le enseñó fue: SAHARA. El “Rafaliyo” le contó a mi abuelo que había estado en ese desierto cazando leones con la técnica de: “el cedazo y el palo”. Dicha técnica consistía en citar al león desde lejos sosteniendo el cedazo en la mano izquierda, a modo de muleta, y el palo en la mano derecha, como si fuera un estoque. El león acudía al engaño y se le daban unos pases con el cedazo hasta que sus garras quedaban enganchadas en las rejillas de alambre del mismo. Después palo va, palo viene.Creo que mi abuelo pasó toda su vida con la duda de si aquello que le había contado “Rafaliyo” era cierto.

Como digo, la primera palabra que el monosabio le enseñó fue: SAHARA. “Rafaliyo” la escribió en la arena y le explicó cada letra. Mi abuelo se aplicó mucho y tras el quinto toro de la tarde se dirigió a Antoñito “El Cojo”, el maestro torero.

-Mira, mira –le dijo-. Aquí pone: SÁJARA.

Mi abuelo nunca olvidó aquella primera lección. Dos ejemplos:

El primero:  el olor que más le gustaba a mi abuelo era el de la “Jierba” recién cortada al inicio del otoño.

El segundo: una fotografía de mi abuelo antes de irse ha hacer “Las Américas” con su cuadrilla. Ante la difícil situación económica en que se encontraban, mi abuelo, precavido él, se preparó por si tenían que realizar el viaje de manera bastante más precaria.
Al ser su primer nieto me dejó la foto como recuerdo: En ella aparece mi abuelo, bien plantado en posición de autoestopista con un cartel en el que se puede leer: A JAGUAI.

Guardo la fotografía con mucho cariño, y siempre que escucho a Víctor Manuel me acuerdo de ella.

Sí, mi abuelo también fue picador.


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