Mi
abuelo también fue picador.
En los últimos años de su vida nos contó a los
nietos que él también tuvo que realizar ciertas medidas para paliar la crisis
económica que sufrió.
No era muy partidario de los recortes, pero no
tuvo más remedio que realizarlos ya que uno de los miembros de su “cuadrilla”
de amigos, concretamente Froilán “El Comeostias”, no solo era amigo, sino que
era el párroco del pueblo; y dada la presencia física de mi abuelo y su buen
porte, era el elegido para la celebración del “lavatorio de los pies” al
atardecer del Jueves Santo. Ese era el motivo por el que mi abuelo procedía al
recorte de las uñas de sus pies todos los Miércoles de Ceniza, tras darse un
agua en la cabeza y quitarse el olor a barbacoa que le quedaba tras el comienzo de La Cuaresma
Otr
También recorto el tiempo de prestación a los parados; persona que se paraba ante él y le pedía algo prestado, tiempo que no perdía.
Una fotografía muestra una de esas medidas que tuvo que tomar mi abuelo.
Al ser su primer nieto me dejó la foto como
recuerdo. En ella aparece él con dos revistas en la mano. En la derecha la que compraba antes de los recortes: La Revista “Semana”. En la izquierda la adquirida tras las medidas: “Diez minutos”
Guardo
esa fotografía con mucho cariño, y siempre que escucho a Víctor Manuel me
acuerdo de ella.
Sí, mi abuelo también fue picador.
No hay comentarios:
Publicar un comentario