viernes, 20 de julio de 2012

Siente un pobre en su mesa.



Mi abuelo también fue picador.
En los últimos años de su vida nos contó a los nietos que él también sentaba a un pobre en su mesa por Navidad.

Ya les he contado que mi abuelo, aparte de ser un poco canalla, era buena persona y ayudaba siempre a los más necesitados y despreciados de la sociedad.
Le gustaba mucho el cine, y tras ver la película “Plácido” en la que un grupo de burguesas ociosas se les ocurre realizar una campaña navideña cuyo lema era: “Siente un pobre en su mesa”, decidió tomar suya la idea e invitar a la cena de Navidad al más necesitado, despreciado y repudiado que encontrara.

La elección no le fue fácil ya que en su pueblo había varios candidatos a recibir la invitación.

Uno de ellos era Fernandito “ El Siemprelejos”, este recibía las burlas de sus con-pueblerinos -les llamaba así, porque mi abuelo era de pueblo, no de ciudad- por ser enano. No era que sufriera de enanismo, sino que era muy bajito; apenas levantaba metro veinte del suelo y a veces llegaba a metro treinta saltando.
Otro candidato era Juanito “El sumiso”, que era mal visto por su temperamento; ya que tenía muy mal genio y siempre estaba de mala “hostia”, por lo que sus convecinos le evitaban como si hubiera pisado un apretón repentino.
En la lista aparecía también Florindo “Hijodeunasolamadre”, al que también se le insultaba con el típico “joputa” español, debido al oficio de la que lo parió. La verdad es que todo el mundo  le despreciaba por ese motivo, pero nadie tenía el valor de recordarle la profesión de su madre a la cara.
Era también despreciado Margarito “El retreta”, ya que desde que hizo la mili en El Cerro Muriano no había día que no saliera a la calle vistiendo su uniforme militar. En el pueblo de mi abuelo le tenían manía a toda vestimenta que no saliera de albarcas, boina y zapatillas de esparto.
Pero mi abuelo encontró a alguien que era despreciado por cada uno de los motivos de los candidatos antes nombrados. Y no dudó en invitarle por Navidad todos los años.
Una fotografía muestra la buena acción de mi abuelo.
Al ser su primer nieto me dejó la foto como recuerdo. En ella se ve el comedor donde mi abuelo y mi abuela realizaban la cena de Nochebuena. Mi abuelo preside la mesa. Mi abuela entra con una bandeja llena de polvorones por la puerta de la cocina. Sus ocho hijos están sentados a ambos lados de la mesa. Y a la derecha de mi abuelo, ocupando un lugar privilegiado en la mesa y como invitado de honor de esa noche, la televisión en blanco y negro muestra a Francisco Franco dando el mensaje de Navidad a todos los españoles.
Detrás, con la difícil caligrafía de mi abuelo: Enano, con mala hostia, llamado "joputa” por la espalda y siempre vestido de militar.
Guardo esa fotografía con mucho cariño, y siempre que escucho a Víctor Manuel me acuerdo de ella.

Sí, mi abuelo también fue picador.


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