jueves, 8 de agosto de 2013

Garzón.

Neo... dice:
- Ave María Purísima.
- Sin pecado concebida.
-Dime, hijo, tus pecados.
-No me llame hijo, Padre. Llámeme Garzón.
-¡Vaya, un francés! Pero estás equivocado; hijo se dice fils, garçon es muchacho.
- No, padre, no soy francés; soy juez.
-Ah, eso es un problema grave. ¿No has escuchado nunca lo de “no juzguéis y no seréis juzgados”?
-Padre, es mi profesión.
-¿Y no has escuchado nunca lo de : “las profesionales os precederán en el Reino de los Cielos”? Mal asunto me parece. Pero bueno, garçon, dime que pecados quieres expiar.
- No, yo no venía por el tema de los pecados. Vengo por otro asunto.
- ¡Vamos a ver si nos enteramos! Aunque no haya ningún letrero que lo indique esto es un confesionario. ¿Me has oído? ¡Con-fe-sio-na-rio!. Y sirve para confesar. Joer, que no es tan difícil. Que el local de enfrente no tiene ningún letrero que ponga: Casa de Putas, y la gente bien sabe a lo que va.Y como pongas un micrófono oculto para grabarme te vas a ir de cabeza al infierno con tu amigo José Luis.
- Verá, Padre, déjeme que le explique. Yo vengo para ver si usted puede interceder.
-Ah, claro, tu te pegas la vidorra padre dedicándote a la “órgia y al desénfreno y aquí yo pongo la cara ante Dios ¿no?…Pues va ser que tampoco.
-No, Padre. Yo quiero que interceda ante el Papa Francisco.
-Muy alto vuelas tú. Podrías venir tranquilamente aquí a pedir la absolución por un quítame unos “queridos emilios” y asunto arreglado; pero no, el señorito quiere que interceda ante Su Santidad.
-Es que es de suma importancia.
- De suma importancia… ¿para quién?
- Para la historia, padre; para la historia.
- Para la historia… Venga, vale, dime de qué se trata y veré lo que puedo hacer.
- Quisiera que le pidiera al papa que abriera los archivos argentinos del vaticano.
-¡¡¡Los chivos argentinos del Vaticano!!!! Y no te vale una vaca Suiza de Nestlé; lo digo porque a mí la carne de chivo como que no. Ahora donde esté un buen Chivas…
- No, padre, los chivos no. Los archivos.
-Ya , ya. Tu lo que quieres es un archivo expiatorio, pillín. Pues mira, lo siento, si quieres que te perdone por los pecados cometidos, estoy dispuesto; pero eso que me pides no está en mi mano. Nuestro padre celestial que está en los cielos es quién tiene la potestad de otorgar tamaño favor.
Ego te absolvo… no, mejor no te absolvo y te pongo la penitencia directamente: Tu que tienes mano, me vas a conseguir un préstamo del Santander para pintar el confesionario y poner un rotulito en lo alto. Ya sabes: sin comisión de apertura y al 4% menos TAE.

No hay comentarios:

Publicar un comentario