-Ave María Purísima.
-Sin pecado concebida.
-Dime, hijo, tus pecados.
- Bueno, Padre, eso de pecado es un concepto discutido y discutible.
- ¿Tú no serás Talavante?
-No, Padre, yo soy más de talante.
-Sí…y de vietnamitas, chubasqueros amarillos y El País, me parece a mí.
-Padre, ¿me ha reconocido?
- No, hijo. Te estoy confesando. Que te enteras menos que en una foto de grupo. Y por cierto, ¿eso de discutido y discutible es hereditario?
-¿Porqué lo dice Padre?
- Por Alfredo, hijo, por Alfredo. Bueno, ¿me cuentas algo? Aunque sean nubes. Es que si no esto es un coñazo.
-¡Pero, Padre! Usted no puede decir esas cosas.
- ¡Pues anda que las que decías tú! Por cierto, hablando de coñazos… ¿tú no serás ginecólogo, verdad?
-No, Padre. Yo soy profesor de Derecho Constitucional a tiempo efímero.
- Ya me parecía a mí. Es que un ginecólogo trabaja donde otros disfrutan; pero tú has disfrutado donde otros trabajaban.
- Bueno, Padre. ¿Y ahora qué hacemos?
- Mira, hijo, te voy a dar una penitencia discutida y discutible.
-¿Discutida y discutible?
-Sí, vas a rezar a la Virgen del Gordillo una Internacional en inglés; y realizar el Camino de Rodiezno al son de la música de las murciélagas.
No sé si: Ego te absolvo a peccatis tuis in nomine ni Patris ni Nacionis et Filii et Spiritus sin Patris et sin Nacionis sin Filii et Spiritus…
