miércoles, 21 de agosto de 2013

Los tumbaneos ( V )

Los TumbaNeos dice:
Además, cuando estábamos entre vosotros os mandábamos esto: Si alguno no quiere trabajar, que tampoco coma.
Porque nos hemos enterado que hay entre vosotros algunos que viven desordenadamente, sin trabajar nada, pero metiéndose en todo.
2ª Tesalonicenses 3. 10-11
Después de un receso para aliviar vejigas diabólicas y estirar patas de cabra (de la bici no, de las diablesas) nuestro grupo de delegados entró de nuevo en la sala de reuniones. El Ceo no podía soportar al perezoso Acedio, así que decidió darle la palabra y quitarse el mal trago cuanto antes. Acedio bostezó y se encaminó al estrado despeinado y sin duchar. Estaba deprimido como siempre, temeroso de los reproches de sus compañeros y de los de Satanás al que temía más que al Arcángel Gabriel, ese cartero celestial con mala leche que una vez le persiguió a garrotazos por las afueras del cielo. Garrotazos le dio pocos pero le endiñó un paquete certificado para entregar a San Mamés que contenía un escudo del Athletic hecho con chapas de la Babcock (léase Balco).
Ordenó sus papeles y, tras suspirar, comenzó relatando como en las sociedades modernas ya nadie se esfuerza en el aprendizaje o el trabajo. Casi todo el mundo es socialista; por lo que están esperando a que algo o alguien del partido (claro) les arreglen sus problemas. Un carguito, una subvención, un ere falso, cualquier cosita vale para poder pasarse todo el día viendo la tele.
Mejor estaríamos todos viendo la tele que escuchando tus mamonadas, dijo Orgé con su irritación habitual; lo que provocó las risotadas de Invidio que Satanás cortó con una fulminante mirada.
En la recepción sonó el teléfono pero nuestra recepcionista no quiso contestar. En la oficinilla el director sesteaba frente al televisor viendo Big Bang y ni se le ocurrió cogerlo. La recepcionista que se llama Susana y es natural de Toro le gritó al dire: “¿No puedes coger el puto teléfono? Joder con míster PlashMan todo el día viendo la tele”. Para más irritación a nuestra Susi le sonó el móvil en el bolso y tampoco lo cogió, no tenía ganas de hablar con nadie; pero eso sí, encontró energías para servirse otra copita de moscatel que tanto bien le hacían.
En la sala de reuniones Satanás bostezaba escuchando la disertación del perezoso hablando en ese momento de que los niños en las escuelas ya no aprendían casi nada y a los adultos les resultaba indiferente… Satanás mató un par de moscas con el rabo… Insidio comentaba que la apatía y la astenia llenaban las consultas de los psiquiatras… Satanás mató tres moscas con el rabo… Los ecologistas sandía ya estaban fumando porros frente a una play y olvidando sus consignas climáticas… Satanás acabó con todas las moscas de la sala.
Supongo que después de este rollo Satanás nos dejará ir a dormir, interrumpió Superbio.
¿Dormir? Yo también quiero ir a dormir, dijo Invidio. Y se llevó otro pescozón.

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