jueves, 8 de agosto de 2013

Qué lástima.

Neo... dice:
Cuando un gesto tan simple como el de Basagoiti merece tantas alabanzas algo falla.
El gesto ha sido leer la lista de 857 víctimas ante sus verdugos (incluyo en el término verdugo a los que de una forma u otra dan por bueno cada uno de 857 asesinatos). Victimas políticas llaman a cada una de éstas pérdidas humanas, como intentando lavar la conciencia que no tienen, como queriendo excusar su apoyo, y en algunos casos hasta regocijo, cuando algún asesino sin escrúpulos y sin un solo mínimo de humanidad decidía, cual ser superior, acabar con el don mas valioso y preciado que tiene un ser humano: la vida. Un gesto sencillo y de lo más simple: poner delante los hechos. Unos hechos que parece que tienen ser enterrados, al igual que lo fueron sus inocentes protagonistas. Cómo es posible que este hecho, el leer los nombres perdidos, llame tanto la atención y haga parecer al que lo ha realizado una especie de valiente. Algo falla, repito; y todos tenemos culpa de ello. Unos por cobardía; otros por falta de decisión; otros por intereses propios; otros porque: cómo voy a unirme con los de la derecha, o los de la izquierda.
Asco es lo que siento. Asco por los que impertérritos escuchan los nombres de 857 personas y no se les mueve ni un poquito el corazón.
Asco por los que han decidido ejercer como representantes del pueblo y solo son representantes de sí mismo, buscando su propio interés.
Asco del que escucha 857 vidas que fueron segadas por un metro de tierra y se dedica a bajarse algo de Internet; muy bueno tenía que ser lo que se descargaba para anteponerlo al dolor de 857 familias que se encontraron en lo más duro de la vida: la pérdida de un ser querido y además por la espalda y sin poder defenderse.
Algo falla cuando este gesto que ha realizado Basagoiti no se ha sido en común; olvidando dos formas de comprender la economía, dos formas de repartir la riqueza ; dos formas de pensar diferentes, pero que ninguna de las dos antepone la vida humana ante sus ideales.
¿Nadie leyó esta lista a los del Tribunal Constitucional? Nadie leyó esta lista a los que se han bajado los pantalones ante las exigencias de los asesinos?
Quitemos la bandera española de las instituciones, sí, y la ikurriña, y el retrarto del Rey y el del Lendakari; y pongamos esta lista en su lugar para que no olvidemos los hechos. Las cosas son más sencillas de lo que las hacemos. Pero para esto falta un mínimo de unidad, un mínimo. Y no lo hay.
¡Qué lástima!
Qué fácil sería ponerse de acuerdo en esto. De lo demás ya discutiremos.

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