sábado, 3 de agosto de 2013

El imperio de los sentidos.

eltumbaollas dice:
Buenas tardes señoras y señores,
vi “El Imperio de los sentidos” en Londres (quizá London) siendo menor de edad. Con mi primo Nigel y su cuadri de sinvergüenzas de Exeter; tras mil horas de tren y siete collejas llegamos a un bar de Londres. La expectación era enorme, digo la de la cuadri, yo llevaba tres días de obcecación y masturbación en un puro sufrimiento. Por fin llegamos al cine, bebieron innumerables cervezas (que no me dejaron probar) y cantaron canciones absurdas (que no quise aprender) y por fin entramos en una sala incómoda y me tocó el peor sitio, junto a un tipo que llevaba bufanda y fumaba una pipa empalagosa. Lo mejor de la peliculita sucedió antes de comenzar, en ese segundo que se apaga la luz y un hooligan gritó: Go on. Todo la sala rió a carcajadas y comprendí que sólo buscaban sexo y me negué a ser como ellos sabiendo que era peor que ellos. Del resto de la película no me acuerdo. Bueno, tengo algún recuerdo pero me dio asco.
Me costó unos autodivanes y una reconciliación con mi primo Nigel pero poco a poco me acerqué a lo japonés.
Si gustan cine japonés prueben con Takashi Miike. Lo traje un día al blog esperando a Mister Lindo. Si les va lo adolescente prueben con Kitano, que está a un mundo de Miike pero a veces engaña.
Bowie, no es un cantante, es Bowie, coño.

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